Núria Marín es la nueva alcaldesa de L’Hospitalet, desde el pasado 19 de abril. En la primera entrevista al Diari L’Hospitalet, Marín destaca que su prioridad son las personas y que pondrá énfasis en los barrios con políticas de proximidad que garanticen la cohesión social. — Usted, que ha crecido personal y profesionalmente en L’H, ¿qué pensó cuando supo que sería alcaldesa?
— No fue del todo una sorpresa porque hacía días que se rumoreaba que Corbacho podría ser ministro pero cuando el 11 de abril me dijo que me propondría ante el PSC como alcaldesa, sentí una gran responsabilidad y un gran orgullo. Me he criado en esta ciudad, aquí he conocido a mi marido, a mis amigos, mi vida siempre ha estado ligada a L’Hospitalet, por eso me hace, si cabe, más ilusión.

— En su toma de posesión dijo que las personas serán su prioridad. ¿Cómo lo va a concretar?
— El gobierno tiene un compromiso con la ciudadanía que está recogido en el Plan de Actuación Municipal y que tiene como beneficiarias a las personas, aunque a veces no se vea así. Cuando hablamos de las obras, del soterramiento de las vías, de Can Rigal, de la Granvia pensamos sólo en clave de urbanismo pero son servicios, mejoras para las personas. La gente de mi barrio, de la Torrassa, disfruta hoy de una nueva plaza en las Vidrieries Llobregat, para tomar el sol, jugar, leer, compartir…, es una actuación urbanística pero pensada para la gente.

— También hizo hincapié en las políticas sociales.
— Es cierto, además de los proyectos hay otras políticas de servicio directo a la ciudadanía, por ejemplo, la aplicación de la Ley de la dependencia. Es una de las mejores leyes que se han hecho en los últimos años y la población tiene derecho a estas ayudas, una de mis preocupaciones es cómo poner este derecho de la ciudadanía lo antes posible a su disposición. Otra de mis prioridades son las personas con disminución. La ciudad tiene que estar pensada para todos pero no la empezamos de nuevo, creció en la época predemocrática por el impulso de cuatro que no pensaron en las personas, sino en la especulación. Tenemos que diseñar una ciudad pensando en la gente que debe poder vivir en su casa dignamente y cuando sale a la calle tener acceso a todos los servicios, limpieza, seguridad, mediación en el conflicto, equipamientos para hacer actividades, para conciliar la vida laboral y familiar en su entorno más próximo, en su barrio. Mi prioridad es el bienestar de la ciudadanía.

— ¿Cuál es el principal reto de L’H y cómo piensa afrontarlo?
— L’Hospitalet ha avanzado, tenemos un sentimiento profundo de orgullo de ciudad que no existía hace 15 años. Ahora tenemos el reto de la convivencia. La ciudadanía entiende que ha habido una gran transformación urbana pero también un gran cambio demográfico. Si garantizamos una convivencia tranquila, la ciudad se enriquecerá y tendrá mayor diversidad. Y para ello es fundamental que todo el mundo tenga los mismos derechos y deberes, tanto si son de aquí como si han venido de fuera. No hay ni debe haber diferencias en la aplicación de las normas en función de la procedencia. Sin embargo, hay quien percibe que sí hay diferencia porque hasta ahora tenía unas ayudas que puede perder porque han llegado otras personas con mayor necesidad. Eso no pasa ni pasará, hay que buscar recursos para que todo el mundo tenga acceso a ayudas y nadie quede fuera del sistema. Y aunque al Ayuntamiento no le corresponda, hay que crear un clima político para que los recién llegados tengan derecho a voto, al menos en las municipales. Es absurdo que en la ciudad un número importante de ciudadanos no pueda expresar su opinión cuando se le exigen los mismos impuestos y obligaciones.

— El Plan de Actuación Municipal elaborado por el gobierno está ya en marcha. ¿En qué espera que se note su gestión?
— No tanto en la definición de los proyectos, que ya está hecha, sino en como se ejecutan. Tengo claro que debemos adaptarnos a los cambios que experimenta la ciudad de forma continua. Y ahora tiene mucha importancia cómo se gestiona una obra pública, la ciudadanía quiere tener más información, quiere conocer los proyectos que le afectan. No tendría sentido hacer una plaza sin tener en cuenta cuáles son las necesidades de los vecinos y procurar minimizar el impacto de las obras. En el resto, lo iremos viendo con el propio desarrollo de la gestión de gobierno.

— Usted ha dicho que será dialogante pero también firme. ¿Cómo afrontará los conflictos?
— Me gusta dialogar, escuchar, pero hay que tomar decisiones, no en función de intereses particulares, sino del bien general. En eso voy a ser contundente, en ejecutar proyectos por el bien general aunque haya un colectivo que no esté de acuerdo. Por ejemplo, en el caso de la residencia para personas con disminución de Mare de Déu de Bellvitge. Esa residencia se va a hacer aunque hay algunos vecinos que no están de acuerdo. Este equipamiento es necesario, las personas con disminución tienen derecho a equipamientos dignos, es imprescindible. Por lo tanto, voy a ser firme y no me va a temblar la mano en la toma de decisiones para que se haga. Dicho esto, hay otros proyectos que si la ciudadanía no los acepta, habrá que estudiar fórmulas para ver como encajan. Escucharé y después tomaré las decisiones en función del bien común.

— Precisamente, la ejecución de las obras del AVE se convirtió en un problema. ¿Cómo abordará el soterramiento de las vías?
— Es una obra que nos va a cambiar la ciudad y los barrios más próximos a las vías quieren que se haga. Pero hay que gestionar bien su ejecución. Voy a crear un equipo municipal que supervise permanentemente la obra para generar las mínimas molestias posibles y que la haga compatible con la vida cotidiana. Estaremos presentes ante el ministerio y todas las administraciones que intervengan para que se tenga en cuenta la opinión y el diálogo que con los vecinos es imprescindible en esta obra. Los incidentes que ocurrieron en Gornal con el AVE se fueron solucionando cuando intervino el Ayuntamiento y se crearon mecanismos de comunicación entre la ciudad, los vecinos y el ministerio. Es el modelo a seguir.

— Según la historia, es la primera alcaldesa de L’H. ¿Eso incidirá en su forma de gobernar?
— No creo que el hecho de ser mujer u hombre te haga más o menos válido para ocupar un puesto de responsabilidad. Reconozco que estoy aquí por la lucha de muchas mujeres que a lo largo de la historia han combatido para que tengamos un papel relevante en la vida y los mismos derechos que los hombres. Es un orgullo ser la primera alcaldesa pero lo vivo con normalidad.

— ¿Qué espera de la oposición?
— Que sea leal, y que anteponga los intereses de ciudad a los partidistas.

— ¿Qué respondería a quien di-ce que Corbacho le ha dejado el listón muy alto?
— Corbacho lideraba un equipo y yo formaba parte de él, por tanto, conozco la ciudad y como se gestiona. Corbacho ha hecho una excelente labor, es un político de talla, pero yo también cuento con un equipo magnífico y, entre todos, ese listón lo vamos a mantener bien alto.

Diari de L’Hospitalet. 28/04/08